jueves, 17 de enero de 2019

Hacia una Arquitectura Resiliente para nuestros municipios.



Conformación de terreno para muros de contención contra posibles deslizamientos. San Miguelito, Región Metropolitana.
Panamá como nuestra capital, tiene características tan particulares como ser la única ciudad con cultura caribeña que da con el Océano Pacifico, entendiendo que ya desde su geografía e historia, ordenar su territorio ha sido una misión generacional para ir modelándola ante los retos de este nuevo milenio. Partiendo de que su desarrollo urbano también dio la espalda a lo que fue por años la Zona del Canal, que funcionaba como un Estado independiente al nuestro y dejando un estrecho acceso a nuestra ciudad desde el interior del país, creamos un efecto de crecimiento vial en forma de embudos, con “cuellos de botella” hacia las rutas de salida del epicentro principal de negocios y empleo.

Siembra de árboles
como método natural
de prevención de desastres.
Sector Chilibre.
Nuestra ciudad ha pasado toda una serie de impactos a lo largo de su historia política, cultural, económica y con algunas muestras que delatan nuestra vulnerabilidad ante el “pase de factura” de la Naturaleza, con un plan de ordenamiento territorial agredido con cambios de usos de suelo y construcciones enfocadas a un beneficio sectorial y no integrado, generando una ciudad discapacitada pero que podemos volverla eficiente y funcional utilizando los principios de la resiliencia como estilo de gobernabilidad de este siglo. El trabajar sobre nuestros errores y medir los impactos que hemos generado para corregir rumbos, es lo que conlleva a retomar este término de vanguardia que viene siendo usado por ciudades hermanas del mundo, y que Panamá se ha sumado a ser parte de la comunidad global de CIUDADES RESILIENTES.

La arquitectura para la resiliencia es la disciplina que se encarga de la recuperación social convirtiéndonos en intermediarios ante amenazas de la naturaleza por nuestras acciones sociales para lograr ambientes habitables, dignos y con calidad proporcional al entorno. Lo sostenible involucra docencia a las comunidades: por más que el Estado gaste recursos en jornadas de limpieza a las comunidades, éste debe ser un compromiso de todos los sectores de hacer buen manejo de los desechos.

Dragado de ríos en zonas urbanas y
recolección de basura.
Sector Juan Díaz, Panamá.
Recuerdo hace más de 15 años a raíz de los desastres naturales que vivió Chile, el concepto de RESILIENCIA se volvió un tema recurrente hacia el norte del continente llegando incluso ganar el Premio Mundial de Arquitectura un modelo de vivienda social con buen diseño arquitectónico y que resolvió en un corto tiempo a las familias que lo habían perdido todo.
Uso de equipo pesado para mitigación y prevención de
inundaciones. Sector Panamá Viejo.
Nuestro municipio está encaminado a sumarse al liderazgo regional entendiendo que cada dólar que se invierta en mitigación de riesgo, retornará en beneficio de la ciudad haciéndola más atractiva en su trazado y confortablemente sostenible replicando este modelo hacia los demás gobiernos locales de nuestra región.


El autor es arquitecto y especialista en Docencia Superior
y también recibe sus comentarios vía twitter: @minutoDEenergia

No hay comentarios:

Publicar un comentario