Responsabilidades
del Ingeniero o Arquitecto Residente de Obra
Por: Arq. Ovidio Jurado MONG,
especialista en Docencia Superior | twitter: @arqui_ovi
Hay
una figura que ha tomado relevancia en las construcciones, representada en
pequeños y sencillos letreros exteriores en todas las obras de alto costo cuyo
texto dice “Profesional Residente”. Para orientar a los lectores, especialmente
a los que son dueños o promotores extranjeros residentes en nuestro País Panamá, esta información es valiosa para
que sea incluida en sus proyectos y evitar ser sorprendidos por las
autoridades.
Así
como los abogados llevan registro de las sociedades que van creando a sus
clientes para tenerlas al día, de ser solicitadas por las autoridades, los ingenieros y arquitectos residentes de
obras tenemos el deber de tener la documentación al día y ser los “ojos y
oídos” de la promotora, con criterio técnico y administrativo, cuidando los
intereses del dueño a lo largo del proyecto.
Un
arquitecto residente de obra combina las habilidades de un Gerente de Proyecto,
un Ingeniero Inspector, un Encargado de Seguridad y un Maestro de Obra, entre
otras especialidades. Además de la experiencia, debe ser un profesional de
principios y valores, ya que su ética profesional estará a prueba
constantemente.
Según
las regulaciones panameñas que datan desde 1959 hasta el 2010 se indica entre
otras cosas que:
·
Toda
obra que se ejecute en el país deberá estar bajo la responsabilidad de un ingeniero
o arquitecto idóneo.
·
El
Profesional Residente es aquel que se encuentra en el sitio que se lleva la
obra todo el tiempo que se desarrollen
los trabajos.
·
Los planos deben indicar la obligatoriedad de
tener un ingeniero o arquitecto en obra permanente si tiene más de 7 pisos o si
el valor de la construcción supera los B/.250,000.
·
La
obligación de velar por el desarrollo de la obra según planos y
especificaciones; registrar todo cambio para que sean actualizados en los
planos originales; informar a las autoridades sobre cualquier irregularidad; y
responder citatorios de la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura representando
a la empresa contratante.
Sobre
temas de seguridad, el arquitecto residente cuenta con leyes, reglamentos y
decretos, como las normas de manejo ambiental; de seguridad, salud e higiene de
las instituciones públicas o las Convenciones Colectivas sobre temas de fumigación,
limpieza de baños y áreas techadas para vestidores y comedor.
Según
las tarifas vigentes, los honorarios a profesionales idóneos residentes van de
acuerdo al valor de la construcción, desde los B/.2,500 hasta los B/.25,000 anual
con incrementos por aumento de valores, experiencia y especializaciones del
ingeniero o arquitecto; pago que es separado del salario como empleado.
La Ley
también puede sancionar con la suspensión de la idoneidad por tiempo
especificado cuando éste no garantice el cumplimiento de las normas y medidas
de seguridad y a la empresa que ha contratado al arquitecto residente de obra con
multas que van desde mil a 10 mil balboas progresivamente.
Todos estos
aspectos son la base para que cada obra que cuente con un ingeniero o
arquitecto idóneo residente, pueda convertirse durante todo el proceso de la
construcción, entrega y garantías: en proyectos de éxito.